Vacaciones en Roma, día 5

Hoy el despertador sonó primero, queríamos estar pronto en El Vaticano para no tener que soportar demasiada cola.

Plaza de San Pedro

Primero nos dirigimos a la Basílica de San Pedro, no hay que pagar entrada. Es impresionante, y eso que algunas de las zonas estaban en obras y en otras con acceso restringido, así que no nos pudimos acercar, por ejemplo, a La Piedad de Miguel Ángel, que talló cuando tenía 23 años y es la única escultura que firmó, ya que en su momento algunos dudaron de que la obra fuese suya, debido a su juventud. Y tampoco al altar papal donde se encuentra el Baldaquino de San Pedro, de Bernini.

Una de las piezas que más me gustó fue el Monumento en Memoria de Alejandro VII, la tumba está dentro de un nicho y el Papa aparece en posición orante. Lo acompañan cuatro virtudes y un agitado manto, entre el que aparece un esqueleto, símbolo de la muerte, con un reloj de arena.

Después, y tras ver el cambio de la Guardia Suiza Pontificia, nos fuimos a visitar los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. Aquí ya tuvimos que esperar unas cuantas colas más que considerables: la 1ª en la calle, la 2ª dentro en el detector de metales y la 3ª para pagar la entrada. Por la calle, hay varios guías que se ofrecen para colarte y ponerte el primero de la cola (por el módico precio de 10 euros), también te dan la opción de pasarte el primero y hacer con ellos el tour completo (aproximadamente dos horas de duración) que incluye: los museos, la capilla y la basílica, por 45 eureles por persona (cuando la entrada cuesta 15 euros). Merece la pena esperar, primero porque en San Pedro no hace falta pagar (aunque te ahorrarás la cola) y segundo porque si llevas una buena guía de bolsillo puedes hacer el recorrido a tu ritmo. También puedes escoger la opción de entrar gratis si estás por la zona el último domingo de cada mes.

FrescoUna vez dentro, tienes que priorizar, porque de lo contrario es imposible acapararlo todo. En nuestro caso, escogimos empezar por el Vestíbulo de las 4 Puertas y ver el Cortile della Pigna, un patio con una gran piña de bronce, de ahí nos dirigimos al Museo de la Cruz, donde se encuentran dos enormes sarcófagos de pórfido, el de la izquierda viene de Santa Constanza y el de la derecha se utilizó para enterrar a Santa Helena, madre de Constantino.

La matanza de los inocentes. TapizDespués, subimos al 2º piso para recorrer un largo pasillo dividido en 3 secciones: la Galleria dei Candelabri, la Galleria degli Arazzi (tapices) y la Galleria delle Carte Geografiche con mapas pintados al fresco que representan las posesiones de la iglesia en 1580. De aquí pasamos a la Sala della Immacolata, que lleva a la Stanze di Raffaello, formadas por 4 salas, encargadas por Julio II en 1508, que son: la Stanza della Segnatura, la Stanza di Eliodoro, la Stanza dell´Incedio y la Sala di Constantino. En la Stanza della Segnatura se encuentran dos de las pinturas más conocidas de Rafael: la Discusión sobre el Sacramento, que rinde homenaje a la Fe y la Escuela de Atenas, que rinde homenaje a la Filosofía, pintadas entre 1508 y 1511.

S. Grata che raccoglie le spoglie di S. AlessandroEn cada una de las salas hay auténticas obras de arte, historias pintadas al fresco enormes, con el mayor lujo de detalles posible, con una manera de jugar con la luz y las emociones increíbles. Mientras se recorren es muy importante poder disponer de un banco para disfrutar de cada una de ellas y fijarse en los detalles de las pinturas del techo y de las paredes, pero también para mirar al suelo y alucinar con los mosaicos, es apabullante.

A continuación, seguimos por la Cappella di Niccolo V, pintada al fresco por Fra Angélico, y visitamos los Aposentos Borgia. Y, finalmente, llegamos a la Capilla Sixtina (donde no se pueden hacer fotos y hay que estar en silencio, pero por si se te olvidan estas dos reglas, hay dos jóvenes mozalbetes que se encargan de dar fuertes palmadas y voces recordándolas, menuda paradoja).

Cuando llegas a este punto del recorrido ya tienes el cuello hecho una piltrafa, pero hay que hacer un esfuerzo más y deleitarse con los frescos de las paredes y del techo. Merece la pena fijarse en todos los detalles del Juicio Final y también en las diferentes partes en las que se divide la bóveda.

Hoy fue un día agotador en todos los sentidos: caminar mucho a diferentes ritmos (que es lo mejor para la espalda y las piernas), ver tantas obras de arte y disfrutar de este tipo de maravillas. Exhaustos nos fuimos al hotel a descansar un rato, para terminar el día cenando en el Trastevere y perdiéndonos en sus laberínticas calles.

Fiat 500

Vacaciones en Roma, día 4

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Para hoy tenemos planificada la visita al Coliseo, El Palatino y El Foro Romano. Con un ticket de 12 euros (por persona) te permite acceder a los tres sitios, y se puede usar durante dos días consecutivos. Es necesario madrugar para no tener que guardar demasiada cola, y preferiblemente ir un día por semana.

DSCF0710Resulta increíble estar pisando las calzadas romanas, las gradas del Coliseo o los jardines de los palacios de los emperadores y pensar en la vida que estas personas hacían en su época: las luchas de gladiadores, los mercados, etc.

DSCF0678Como curiosidad de El Coliseo decir que, con capacidad para 50.000 espectadores, las obras se iniciaron hacia el año 20, el primer año del reinado del emperador Vespasiano y terminaron en el de Tito, en el año 80, cuando fue oficialmente inaugurado en una ceremonia que incluyó diez días de juegos.

DSCF0727El Monte Palatino, también conocido como la cuna de Roma, según cuenta la leyenda, era donde se encontraba la cueva de la loba, Luperca, el animal que amamantó a los gemelos fundadores de Roma, Rómulo y Remo.

DSCF0746El Foro Romano constituía el centro de la vida política, económica, judicial y comercial de la antigua Roma, y era donde se llevaban a cabo las operaciones comerciales, los negocios, la administración de justicia, actos religiosos y otras acciones comunes en la vida de los romanos.

Este recorrido por la antigua Roma es largo y cansado, así que se recomienda zapato cómodo y un tentempié, para poder disfrutar sentado en uno de los bancos de los enormes jardines de los palacios de los emperadores.

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DSCF0784Nosotros, tras finalizar la caminata decidimos bajar, pasando por la Piazza dei Campidoglio, a comer a L’Arte della Pizza da Enzo & Cinzia. Como hoy es día festivo, se celebra la Immacolata Concezione, aprovechamos para darnos un paseo por la Piazza Campo di Fiori, que se encuentra muy animada con puestos de comida, ropa, gominolas y chocolates. Así que de postre nos comimos unos pequeños tartufos de chocolate.

Por la tarde seguimos callejeando contagiados del ambiente festivo y de la multitud de gente que disfrutaba del día, recorremos con más calma todas las calles que rodean Campo di Fiori y nos dirigimos hacia el Trastevere para seguir recorriendo zonas que nos faltaban.

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Para terminar el día, cenamos el buffet freddo que ofrecen en El Public a base de verduras, brochetas de pan con tomate y ajo y cuss cuss, ¡delizioso! regado con una birra piccola tostada, y con una música de fondo inmejorable.

Mañana… El Vaticano.

Vacaciones en Roma, día 3

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Bicicleta en el TrastevereYa nos movemos por las calles de Roma con mucha facilidad. Es muy cómodo y muy tranquilo. Hoy lo dedicamos a caminar, caminar, caminar y perdernos por el Trastevere durante la mañana. Es un barrio encantador, tanto por el día como por la noche.

Pasamos por el Ponte Cestio desde el Trastevere a la Isola Tiberina, y de allí por el Ponte Fabricio hasta el otro margen.

A la vuelta, esta vez por el Ponte Palatino, nos adentramos de nuevo en el Trastevere y disfrutamos del mercado de frutas y verduras sentados en la Piazza San Cosimato.

Mercato di Piazza San Cosimato

Luego, nos dirigimos hacia Porta Portesse cruzando el Tíber por el Ponte Sublicio, para llegar al Mercado de Testaccio, donde numerosos puestos de calzado, ropa, flores, comida, etc. animan las calles y la plaza.

A continuación, seguimos hacia el Circo Massimo, el Arco de Constantino y el Coliseo. Mañana será monográfico sobre esta zona.

El cansancio en las piernas empieza a notarse, así que descansamos viendo el gentío, los centuriones y los indús intentando vender pañuelos, bufandas, trípodes, recuerdos varios y una especie de goma elástica que se tira contra el suelo y se desparrama, ¿os acordáis del blandiblú?, pues muy parecido, pero una vez desparramado vuelve a recuperar su forma de bola.

Aquí, y tras observar durante un buen rato los diferentes modos de regatear, decidí preguntar a un joven el precio de la bola pegañosa. Hay que decir que previamente vi a qué cantidad estaba el jovenzuelo dispuesto a venderlo, así que pensé: ¡Pablín va a flipar con el moco este gigante, allá voy a negociar! A continuación transcribo íntegra la conversación:

Yo: ¿Cuánto vale?
Él: Tre euro.
Yo: No, un euro.
Él: (se sonríe) Due euro.
Yo: No, uno. Acabas de venderlo por un euro.
Él: Tre [bolas], tre euro.
Yo: No, sólo un niño. Una bola, un euro.
Él: (silencio. Sonrisas y contacto ocular). Ok, un euro.
Yo: Ok, muchas gracias.

Después de esta dura negociación, decidimos ir a comer y dejar para otro día temprano la visita a toda esta zona, comprando las entradas y entrando a los monumentos. Así que subimos hacia la Piazza Venezia a contemplar el Monumento a Vittorio Emanuele II, y bajamos por la Via del Plebiscito hasta el caffe degli Angeli a tomar un menú. Se trata de un local con mucho ajetreo pero de la gente de aquí, se ve que acuden a tomar el menú del día los trabajadores de la zona. Está bien para comer variado a precio económico.

Por la tarde, decidimos recorrer las calles cercanas a Campo di Fiori, donde hay tiendas muy cucas, aprovechamos para hacer algunas compras, entre ellas unas botas megachulas para mí (espero que el peso de la maleta no me de una sorpresa cuando la facture).

FendiLuego, pasando por Trevi, nos dirigimos hacia la PIazza di Spagna toda iluminada con las luces de navidad. Nos sentamos a mirar el ambiente mientras una banda de música de jóvenes amenizaba la tarde. También recorrimos algunas de las calles con las tiendas de ropa de firmas (Prada, Cartier, Dior, Louis Vuitton, Camper…).

Llegaba la hora de cenar, así que volvimos por la Via Condotti hasta la Via del Rinascimento para tomarnos unos trozos de pizza en L’Arte della Pizza da Enzo & Cinzia, muy cerca del hotel. Este local es más que recomendable, por 2,50 euros puedes comerte media pizza, y todas muy variadas. Para terminar el día, de nuevo al Public en el Trastevere, a disfrutar de la vida nocturna de la zona.

Vacaciones en Roma, día 2

Esta mañana nos hizo el favor de despertarnos un vecino del hotel que pone la tele a todo lo que da, a eso de las 7.45h. así que, para qué remolonear más: ducha y a desayunar. Otro de los puntos a favor de este hotel es el desayuno: muy completo, muy variado y en un comedor muy tranquilo, ¡excelente! Ya con las pilas cargadas planificamos la mañana.

Arco degli Acetari

Pasando el Arco degli AcetariVenimos acompañados de la guía del National Geographic, así que decidimos empezar con una ruta marcada en la zona del Campo Marzio (Campo de Marte), nombre que dieron los antiguos romanos a la amplia y deshabitada zona que se extendía desde la colina de El Quirinal hasta el río Tíber, se utilizó para entrenamientos militares, campamentos y también para competiciones y juegos de atletismo. Empezamos visitando la Piazza Campo dei Fiori donde todas la mañanas se encuentra un mercado al aire libre, con frutas, verduras y algún que otro puesto de sombreros y souvenirs.

Desde aquí nos dirigimos a la Vía del Goberno Vecchio hasta la Via dei Banchi Nuove, para llegar a la Via dei Banco Di S. Spirito y cruzar el Tíber por el Ponte de Sant´Angelo, que está decorado con impresionantes estatuas de Bernini que muestran diferentes símbolos de la crucifixión, hasta el Castel de Sant´Angelo.

Ponte Vittorio Emmanuelle II

Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos de nuevo el puente, tomamos la Via del Coronari, hasta llegar al Pantheon, merece la pena sentarse un rato en la Piazza de la Rotonda, fijarse en el gentío, en los músicos de la calle, en el centurión romano que intenta hacerse una foto, en los coches de caballos y, ¡como no! entrar en el Pantheon y dejarse maravillar por su cúpula de 43 metros de diámetro. En el centro tiene una abertura circular de 9 metros de diámetro, por donde entra la luz y el agua (cuando llueve), así que también dispone en el suelo de unos cuantos agujeros para que desagüe.

Obelisco de la Piazza del QuirinaleMuy cerca, en la Piazza di Pietra, se encuentra el Templo Adriano. De ahí nos dirigimos a la Piazza di Montecitorio para ver el Palazzo Ghigi y luego, a la Piazza Colonna para ver la columna de Marco Aurelio. Tras unos cuantos pasos llegamos a la Fontana di Trevi, chulísima y llena de gente. Aquí también nos paramos un rato a deleitarnos con la roca tallada, con las enormes dimensiones y con el bullicio de la gente. Aún teníamos fuerzas para continuar, así que decidimos ir a ver El Quirinale, con unas vistas espectaculares.

Llegando la hora de comer, aprovechamos para tomarnos unos trozos de pizza con una cerveza danesa en la Paninoteca de Mimì e Cocò, y regresar al hotel a descansar un rato.

PublicLa tarde-noche continuó visitando El Trastevere, un barrio para perderse por sus callejuelas adoquinadas, lleno de tiendas de ropa, comida, restaurantes y cafés. A recomendar sin ninguna duda el local Public, en la Piazza in Piscinula nº 51. Es un sitio peculiar, con sillas, mesas y lámparas todas diferentes, nos recordó -la decoración- a la película Delicatessen. La elección de música nos pareció genial y el capuccino que nos tomamos con un croissant hicieron que nos sintiésemos muy a gusto, será un local al que volveremos como garito a frecuentar después de una dura jornada. Además, también se puede cenar y los precios son asequibles.

Vacaciones en Roma, día 1

Durante una semana Pablo y yo estaremos callejeando por Roma. Los preparativos del viaje ya resultaron muy entretenidos y emocionantes. Buscamos el vuelo con Ryanair, saliendo desde Santander, y el hotel con la agencia de viajes Ariastur, que nos facilitó un hotel muy cerca de la Piazza Navona.

Así que estamos alojados en el Hotel della Torre Argentina, que está bastante bien para lo que suelen ser los hoteles de menos de 4 estrellas aquí. Habitación muy espaciosa, techos altos, un baño enorme, muy limpio y un desayuno buffet tremendo, ¿qué más se puede pedir? Muy cerca del Palazzo Grazioli, residencia romana de Berlusconi.

Llegamos el lunes 5 de diciembre a las 18.30h. ya noche cerrada, así que dejamos las maletas y nos fuimos a la Plaza Navona a cenar. Encontramos un pequeño ristorante en una callejuela y tomamos: lasaña y tortelini con carne. No estuvo mal pero nos quedamos con gusa, así que después de callejear un poco nos tomamos un trozo de pizza caminando en la Vía del Rinascimento, y de postre un helado de tarrina de nuez en la Via del Governo Vecchio, ¡delicioso!. En esta época, la Plaza Navona ya está adornada para las fiestas navideñas y llena de tenderetes con comida, adornos para decorar el árbol, y diferentes juegos como el tiro a la diana, las carreras de caballos… ¡muy animada! Y la temperatura espectacular, 15 grados.

Piazza Navona

Mañana habrá que madrugar para ver Roma con la luz del sol.

Mermelada de higo

Hace unos días hemos podido hacernos con la panificadora que ofrece el Lidl. Entre las recetas que se pueden realizar está la mermelada. Por el momento, ya lo hemos intentado con la de Piesco y con la de Higo.

Ingredientes

Mermelada de higo

1.700 gr. de higos pelados.
680 gr. de azúcar.
2 limones exprimidos.
11 láminas de gelatina.

Preparación

Se pelan los higos y, o bien se trocean o se pasan por la batidora. Se ablanda la gelatina sumergiéndola en agua tibia durante un par de minutos. A continuación, se añade el azúcar, el zumo de los dos limones y la gelatina. Se elige el programa de la panificadora para la realización de mermeladas (el número 11).

La última fase ya consiste en envasar la mermelada. Recomiendo los botes del Mercadonna de la remolacha en trozos, tienen un tamaño perfecto y la tapa es lisa de color negro.

Luego si eres creativo, o tienes cerca a alguien que lo sea, le puedes encargar que te haga las etiquetas. En este caso, los higos son de la finca A Fontía, en Porcía (concejo de El Franco).

Mermelada de higo

Viaje al País Vasco 2011

иконографияikoniEste verano hemos aprovechado cuatro días de vacaciones y ya en la carretera, sobre la marcha, organizamos un viaje de lo más completo.

Viernes, 12 de agosto

Partimos el viernes por la mañana, pensando en llamar a alguna de las casas rurales que teníamos apuntadas en la zona del Pirineo Atlántico, mientras avanzábamos kilómetros, en todas nos iban diciendo que no estaban disponibles. Así que sin pensarlo dos veces, paramos en el Área de Servicio Valdaliga (Caviedes, Cantabria), nos tomamos un rico café y aprovechamos la zona wifi para garantizar, al menos, la primera noche.

A través de la página de turismo de Hondarribia localizamos la casa rural Artzu. Que se encuentra a 5 minutos en coche de Hondarribia, allí dormimos del viernes al sábado.

Bidasoa

Aprovechamos la tarde del sábado para conocer Hondarribia, callejear por el caso antiguo y el poblado de pescadores, disfrutar de un partido de cesta punta y cenar unos pintxos deliciosos en Gran Sol, en San Pedro Kalea; se puede consultar su blog y Facebook. Después seguimos disfrutando del gentío y de la agradable temperatura comiendo un helado de chocolate y naranja en la Gelateria Valenciana Laite.

Sosola. DetalleA la mañana siguiente, y gracias a la amabilidad de la chica que nos atendió a través del teléfono de Nekatur, conseguimos alojamiento para el resto de los días (desde el sábado hasta el lunes) en Casa Sosola, en Eibar.

Desde luego, tenemos otra visita pendiente para volver a saborear el estupendo desayuno con queso y pan elaborado en la propia casa, de las enormes paredes de piedra, del delicado gusto en la decoración y el mimo en los pequeños detalles (las sábanas, el olor a incienso, la mantelería…) y por supuesto, en el trato. Porque Esther, no solamente hace de estupenda anfitriona sino que consigue contagiarte de la pasión por su tierra, y Ainara, con su permanente sonrisa, ayuda a sentirte como en casa. Como recuerdo, algunas fotos que no hacen justicia de lo guapísimo que es el sitio.

Sosola. Fachada principal

Sábado, 13 de agosto

Por la mañana salimos de Hondarribia y nos dirigimos a la costa francesa, pasando por Biarritz.

Biarritz. Playa

También visitamos San Juan de Luz y su playa, donde pudimos morenear un poco y chapotear, ¡qué maravilla!.

En la playa

A la vuelta, paramos para ver las traineras en Zarautz, pero nos hicimos un lío con el horario y llegamos un poco tarde, aún así, conseguimos disfrutar del ambientillo de las cuadrillas. Ya por la noche, llegamos a Casa Sosola, y tras dejar el equipaje, nos dirigimos a La Kultu a cenar unos pintxos.

[Ver track GPS]

Domingo, 14 de agosto

Después del desayuno nos fuimos a Deba, que estaba en celebrando las fiestas de San Roke, seguimos hasta Gernika, donde también pudimos vivir la fiesta y nos pasamos por la playa de Mundaka. Desde aquí, nos fuimos a caminar para conocer el Bosque Pintado de Agustín Ibarrola.

[Ver track GPS]

Cada vez que visitamos el País Vasco nos damos cuenta de que hay que volver, el paisaje es precioso, el trato es muy cercano, el respeto a la arquitectura y las tradiciones… en fin, ¡nos encanta!.

El baúl

икониканализацияLlevaba tiempo en busca de un baúl guapo y económico. Tras mucho buscar, encontré la solución ideal: compré un baúl de pino sin tratar y, gracias a los consejos de Charo, conseguí transformarlo en otro baúl.

El baúl antes del procesoEl baúl después del proceso

Pasos para conseguirlo:

  1. Lijar el baúl con lana de acero, nº 00, Lakeone.
    Lijando
  2. Sellar con agua y revisar el lijado.
    Sellando
  3. Teñir con anilina al agua, en este caso se utilizó colorante nogal al agua de la marca Promade.
    Tiñendo
  4. Cubrir y levantar con betún de Judea, marca Titán.
    Betún de Judea
  5. Sellar con barniz incoloro satinado, marca Luxens.
    Barniz
  6. Y dejar secar bien, incluso se puede dar -pasadas 3 horas- otra capa de barniz.
    Resultado

En unas cuantas horas puedes conseguir un mueble nuevo y pasar un día muy productivo. Ahora la siguiente fase será empapelarlo por dentro.

Lanzarote, día 7: sol y playa

кухненски масиPenúltimo día en Lanzarote, este viaje va llegando a su fin así que preferimos dedicarnos a estar en la playa sobre esta arena volcánica y en este mar cristalino, con una temperatura fabulosa. Hoy queremos que se pare el tiempo y que el sol deje su huella en nuestra piel.

Puesta de sol en Papagayo

Nos llevamos muchas fotos de un paisaje que nos ha cautivado y de un paisanaje que ha sido muy amable con nosotros, donde existe una cultura del agua muy diferente a la nuestra, cuando Juanjo nos hablaba sobre cómo todo gira en torno a cuidar el agua, como en una película futurista, donde el bien más preciado es mantener y poseer agua, aquí no sólo hay terratenientes, también hay aguatenientes poderosos.

También nos llevamos ronmiel y vino para compartir con la familia y los amigos.

Lanzarote, día 6: César Manrique

Hoy toca conocer La Fundación César Manrique en Tahiche. ¡Menuda casa para disfrutar con amigos! Las zonas preparadas para compartir una buena comida, una parrillada o simplemente un buen vino son muy acogedoras y con un gusto exquisito.

Salón

Artesanía LanzaroteñaEl camino de regreso lo hacemos visitando Teguise, pequeño pueblecito típico de la zona, con varias calles peatonales, una visita obligada. Preside el municipio el Castillo de Santa Bárbara, situado sobre el volcán de Guanapay, lugar de refugio de los lugareños ante los asedios de los piratas. Luego seguimos hacia la zona del Jable, un desierto de arena donde el cultivo supone un cambio para adaptarse al terreno y pasamos por Famara, caracterizada por su playa surfera.

De vuelta por La Gería paramos en la bodega de El Grifo donde visitamos el Museo del Vino e hicimos un par de catas: Malvasía Seco y Ariana. Nos gustan mucho, así que llevamos la prueba para Asturias, y también un tinto joven. Así que ya sabéis, en unos días estaremos bebiendo vino del grifo.

La tarde se dedica a playear y a bañarnos en la cala que cada día es un poco más nuestra. Hoy especialmente, ocupada simplemente por nosotros. El baño es un poco atropellado, hay mucha marejada y las enormes olas nos arrastran a su antojo, pero muy entretenido también.

Lanzarote, día 5: Timanfaya

camellos

Esta mañana visitamos el Parque Nacional de Timanfaya: en coche hasta la ruta de camellos, donde nos hacemos algunas fotos y también dedo, con la esperanza de que alguno nos lleve a dar un paseo… pero no hay suerte:

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En la oficina de información nos explican la ruta de los Volcanes de Fuego que se hace en bus, un circuito explicado al detalle, con unas vistas alucinantes y que termina en el restaurante, donde también hacen una demostración del calor que emana de los cráteres: hacen la graciosada de darte una piedra para que te escaldes la mano, echan agua y hierba seca, se puede ver también la parrilla donde asan zancas de pollo y batata con una pinta estupenda… Los guardias de la zona parecen los Visitantes con el uniforme, la gorra y las gafas negras de sol.

Nos apetecía intentar alguna de las rutas a pie que marca la página web oficial de turismo de Lanzarote, pero resulta que para hacer ese tipo de recorridos hay que reservarlos con, al menos, dos semanas de antelación. Para información más detallada, es mejor consultar la página oficial de los Parques Nacionales.

Como alternativa nos acercamos en coche hasta el límite entre los municipios de Tías y Tinajo, y caminamos hacia el Volcán del Cuervo o La Lapa, un paseo muy llevadero – de aproximadamente una hora – que permite estar en contacto con el verdadero paisaje de esta isla. Nos preguntamos, mientras caminamos, cómo sería vivir aquí dos o tres generaciones atrás, teniendo en cuenta lo reciente de las últimas erupciones volcánicas (sobre el año 1736). Las cenizas volcánicas dan lugar al rufe, nombre onomatopéyico de una grava negra que al pisarla suena ruf-ruf.

Volvemos al coche para ir a almorzar, una enorme piedra se cruzó en mi camino y como consecuencia dejó su huella en la defensa del Corsita… ¡qué disgusto! Menos mal que tenemos seguro a todo riesgo.

La tarde fue de relax total, sin mirar mapa ni reloj, paseo tranquilo por Playa Blanca.


Ver Lanzarote, día 5 en un mapa más grande