Vacaciones en Roma, dí­a 2

Esta mañana nos hizo el favor de despertarnos un vecino del hotel que pone la tele a todo lo que da, a eso de las 7.45h. así­ que, para qué remolonear más: ducha y a desayunar. Otro de los puntos a favor de este hotel es el desayuno: muy completo, muy variado y en un comedor muy tranquilo, ¡excelente! Ya con las pilas cargadas planificamos la mañana.

Arco degli Acetari

Pasando el Arco degli AcetariVenimos acompañados de la guí­a del National Geographic, así­ que decidimos empezar con una ruta marcada en la zona del Campo Marzio (Campo de Marte), nombre que dieron los antiguos romanos a la amplia y deshabitada zona que se extendí­a desde la colina de El Quirinal hasta el rí­o Tí­ber, se utilizó para entrenamientos militares, campamentos y también para competiciones y juegos de atletismo. Empezamos visitando la Piazza Campo dei Fiori donde todas la mañanas se encuentra un mercado al aire libre, con frutas, verduras y algún que otro puesto de sombreros y souvenirs.

Desde aquí­ nos dirigimos a la Ví­a del Goberno Vecchio hasta la Via dei Banchi Nuove, para llegar a la Via dei Banco Di S. Spirito y cruzar el Tí­ber por el Ponte de Sant’Angelo, que está decorado con impresionantes estatuas de Bernini que muestran diferentes sí­mbolos de la crucifixión, hasta el Castel de Sant’Angelo.

Ponte Vittorio Emmanuelle II

Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos de nuevo el puente, tomamos la Via del Coronari, hasta llegar al Pantheon, merece la pena sentarse un rato en la Piazza de la Rotonda, fijarse en el gentí­o, en los músicos de la calle, en el centurión romano que intenta hacerse una foto, en los coches de caballos y, ¡como no! entrar en el Pantheon y dejarse maravillar por su cúpula de 43 metros de diámetro. En el centro tiene una abertura circular de 9 metros de diámetro, por donde entra la luz y el agua (cuando llueve), así­ que también dispone en el suelo de unos cuantos agujeros para que desagí¼e.

Obelisco de la Piazza del QuirinaleMuy cerca, en la Piazza di Pietra, se encuentra el Templo Adriano. De ahí­ nos dirigimos a la Piazza di Montecitorio para ver el Palazzo Ghigi y luego, a la Piazza Colonna para ver la columna de Marco Aurelio. Tras unos cuantos pasos llegamos a la Fontana di Trevi, chulí­sima y llena de gente. Aquí­ también nos paramos un rato a deleitarnos con la roca tallada, con las enormes dimensiones y con el bullicio de la gente. Aún tení­amos fuerzas para continuar, así­ que decidimos ir a ver El Quirinale, con unas vistas espectaculares.

Llegando la hora de comer, aprovechamos para tomarnos unos trozos de pizza con una cerveza danesa en la Paninoteca de Mimì e Cocò, y regresar al hotel a descansar un rato.

PublicLa tarde-noche continuó visitando El Trastevere, un barrio para perderse por sus callejuelas adoquinadas, lleno de tiendas de ropa, comida, restaurantes y cafés. A recomendar sin ninguna duda el local Public, en la Piazza in Piscinula nº 51. Es un sitio peculiar, con sillas, mesas y lámparas todas diferentes, nos recordó -la decoración- a la pelí­cula Delicatessen. La elección de música nos pareció genial y el capuccino que nos tomamos con un croissant hicieron que nos sintiésemos muy a gusto, será un local al que volveremos como garito a frecuentar después de una dura jornada. Además, también se puede cenar y los precios son asequibles.

2 comentarios en “Vacaciones en Roma, dí­a 2

  1. Bueno chicos, que os puedo decir, me dais una envidia….Ya os decí­a que no podeis haber elegido sitio mejor. Roma debe ser espectacular por TODO,la comida, el ambiente, arquitectura, en fin, para no olvidar y para repetir, a que si. Bueno esperamos vuestros comentarios y anécdotas que es lo que mola. Muchos chuchos y arribederchi, se escibe asi?
    ciao.

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