Vacaciones en Roma, día 3

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Bicicleta en el TrastevereYa nos movemos por las calles de Roma con mucha facilidad. Es muy cómodo y muy tranquilo. Hoy lo dedicamos a caminar, caminar, caminar y perdernos por el Trastevere durante la mañana. Es un barrio encantador, tanto por el día como por la noche.

Pasamos por el Ponte Cestio desde el Trastevere a la Isola Tiberina, y de allí por el Ponte Fabricio hasta el otro margen.

A la vuelta, esta vez por el Ponte Palatino, nos adentramos de nuevo en el Trastevere y disfrutamos del mercado de frutas y verduras sentados en la Piazza San Cosimato.

Mercato di Piazza San Cosimato

Luego, nos dirigimos hacia Porta Portesse cruzando el Tíber por el Ponte Sublicio, para llegar al Mercado de Testaccio, donde numerosos puestos de calzado, ropa, flores, comida, etc. animan las calles y la plaza.

A continuación, seguimos hacia el Circo Massimo, el Arco de Constantino y el Coliseo. Mañana será monográfico sobre esta zona.

El cansancio en las piernas empieza a notarse, así que descansamos viendo el gentío, los centuriones y los indús intentando vender pañuelos, bufandas, trípodes, recuerdos varios y una especie de goma elástica que se tira contra el suelo y se desparrama, ¿os acordáis del blandiblú?, pues muy parecido, pero una vez desparramado vuelve a recuperar su forma de bola.

Aquí, y tras observar durante un buen rato los diferentes modos de regatear, decidí preguntar a un joven el precio de la bola pegañosa. Hay que decir que previamente vi a qué cantidad estaba el jovenzuelo dispuesto a venderlo, así que pensé: ¡Pablín va a flipar con el moco este gigante, allá voy a negociar! A continuación transcribo íntegra la conversación:

Yo: ¿Cuánto vale?
Él: Tre euro.
Yo: No, un euro.
Él: (se sonríe) Due euro.
Yo: No, uno. Acabas de venderlo por un euro.
Él: Tre [bolas], tre euro.
Yo: No, sólo un niño. Una bola, un euro.
Él: (silencio. Sonrisas y contacto ocular). Ok, un euro.
Yo: Ok, muchas gracias.

Después de esta dura negociación, decidimos ir a comer y dejar para otro día temprano la visita a toda esta zona, comprando las entradas y entrando a los monumentos. Así que subimos hacia la Piazza Venezia a contemplar el Monumento a Vittorio Emanuele II, y bajamos por la Via del Plebiscito hasta el caffe degli Angeli a tomar un menú. Se trata de un local con mucho ajetreo pero de la gente de aquí, se ve que acuden a tomar el menú del día los trabajadores de la zona. Está bien para comer variado a precio económico.

Por la tarde, decidimos recorrer las calles cercanas a Campo di Fiori, donde hay tiendas muy cucas, aprovechamos para hacer algunas compras, entre ellas unas botas megachulas para mí (espero que el peso de la maleta no me de una sorpresa cuando la facture).

FendiLuego, pasando por Trevi, nos dirigimos hacia la PIazza di Spagna toda iluminada con las luces de navidad. Nos sentamos a mirar el ambiente mientras una banda de música de jóvenes amenizaba la tarde. También recorrimos algunas de las calles con las tiendas de ropa de firmas (Prada, Cartier, Dior, Louis Vuitton, Camper…).

Llegaba la hora de cenar, así que volvimos por la Via Condotti hasta la Via del Rinascimento para tomarnos unos trozos de pizza en L’Arte della Pizza da Enzo & Cinzia, muy cerca del hotel. Este local es más que recomendable, por 2,50 euros puedes comerte media pizza, y todas muy variadas. Para terminar el día, de nuevo al Public en el Trastevere, a disfrutar de la vida nocturna de la zona.

3 comentarios en “Vacaciones en Roma, día 3

  1. Ya sabía yo que no venías tú sin unas botas… ya veo que os estais adaptando muy bien a la vida romana, hasta regateas, no te conocen bien, je,je.

    Acuérdate de tu hermana que te quiere y no te olvida, eh, por cierto calzo el 36, ya sabes.
    MUCHOS CHUCHIOS

  2. Me acuerdo mucho (no sabes cuánto), sobre todo teniendo tan cerca el viaje a Whitstable. Pero en tema calzado contigo no me arriesgo, que es una de las cosas en las que no coincidimos… a tí no te vale cualquier cosa, que tienes los pinreles muy delicaos. Eso sí… una sorpresa si te llevo (bueno, igual más de una) con la que creo que vas a flipar… pero te tienes que portar bien, que los Reyes Magos lo ven todo.

  3. Oye era broma, me encantan los regalos pero era lo que faltaba que estuvieras de tiendas mirando calzado, es muy arriesgado.
    pasadlo bien
    bsinos

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