Intentado hacer una regresión a la infancia he estado viendo algunos capÃtulos de Los Fraguel, lo cierto es que me parecen más geniales que cuando era pequeña. Me lo paso pipa.
En el capÃtulo de hoy, Bombo querÃa ser más valiente y audaz, entonces, armándose de valor y acompañado de Rossi, van a ver a la Montaña de basura, que le aconseja que podrá serlo siempre que lleve su gorra. Bombo es feliz, sabe que siempre estará acompañado de su gorra y entonces, es cuando se cree lo valiente que es. Pobre Bombo: cuando – en un momento – la gorra sale volando, queda destrozado, se siente débil otra vez. Descuidó las cosas que habÃa hecho por sà mismo, responsabilizando a la gorra de sus éxitos, en lugar de otorgarse el mérito a sà mismo, y a las cosas que consiguió hacer.
Se me ocurren unas cuantas situaciones en las que solemos poner las medallas a causas externas a nosotros, y los fracasos como responsabilidad individual. Por ejemplo, tomar una pastilla y pensar que todas las cosas que nos salgan bien son a causa de que me estoy medicando, sin reparar en los pequeños éxitos que hacemos por nuestro esfuerzo y trabajo. Ojo, con este comentario no quiero decir que los medicamentos no tengan su función, simplemente apunto que también nosotros somos seres funcionales, con propósitos y activos.
¿Se te ocurre alguna situación en la que te pasó algo similar a Bombo?
Pues si…por ejemplo, cuando sientes el apoyo de la gente que te rodea y aprecias, quiero decir la aprobación, parece que tienes el sombrero puesto y que todo marchará bien haciendo lo que tengas en mente… pero si esa «aprobación» no se da… parece que hagas lo que hagas… aunque sea la misma cosa, pues parece que ya no esta bien, que nunca podras conseguirlo. A veces somos escesivamente dependientes de las opiniones ajenas… (como del sombrero) y no sabemos que tambien sin él, podemos ser valientes. (hacer bien nuestro trabajo… o ser felices)
Un beso