Turquía día 7, Estambul

Cañas en el puente de Gálata

2012-09-08_11-40-04Bueno, esto va llegado a su fin. Así que después del suculento desayuno tempranero, nos proponemos ir caminando hasta la Torre de Galata atravesando el Puente de Galata, en el estuario del Cuerno de Oro. Es alucinante el montón de pescadores, alineados, sobre las barandillas del puente. Llama también la atención, algunas de las personas que piden limosna en las calles, algunas de ellas con una báscula, imagino que no les gusta recibir dinero a cambio de nada, así que también ofrecen un servicio (¿acaso no pagamos en las farmacias para pesarnos?).

2012-09-08_11-41-53A la otra orilla del Cuerno de Oro, nos maravillamos con los puestos de verduras y pescado frescos. Aquí parece que es donde compran los lugareños. Esta parte de la ciudad parece estar dividida por gremios, y las calles se suceden con multitud de tiendas aglutinadas por sectores (ferreterías, materiales de construcción, accesorios de baño, telefonía móvil, etc.). El trajín de gentío es constante, muchas voces, movimiento, colorido, diferentes olores, ¡qué maravilla!

2012-09-08_13-00-27Seguimos subiendo entre estrechas calles, éstas más llenas de tiendas de ropa, galerías de arte, souvenirs… hasta encontrarnos con la Torre de Galata y la enorme cola para entrar en ella. Su visita la dejaremos para el siguiente viaje, tenemos poco tiempo y no es cuestión de desperdiciarlo esperando. Así que continuamos, por la enorme calle comercial donde se puede encontrar Mango, Zara y demás tiendas conocidas, hasta la Plaza Taksim, donde como es habitual nos encontramos con una pequeña reivindicación, en este caso de mujeres, defendiendo el derecho al aborto como decisión exclusiva de las mujeres.

2012-09-08_13-53-04Volvemos sobre nuestros pasos para comer en el algún puesto de pescado: una barra de pan (exquisito), medio kilo de parrochina frita y turriada, bonito para Pablo y lubina para mí, en mantel de hule floreado por un precio más que asequible. Todo delicioso y el té turco, por cuenta de la casa. ¡Mejor imposible! Es más que recomendable cruzar el Cuerno de Oro para comer pescado, en la parte de Eminönü hay demasiado turismo y poca variedad de pescado para elegir.

Después de comer hicimos un crucero -muy económico, unas 10 liras turcas- por el Bósfor. Empieza en Eminonu, continúa hacia el norte hasta el puente Fatih Sultan Mehmet, vuelve por la orilla asiática hacia Uskudar, para terminar de nuevo en Eminonu. Se pueden ver palacios, mansiones y diferentes vistas de la ciudad. Dura, aproximadamente, una hora y media. Está la posibilidad de tomar el barco turístico, donde se puede «disfrutar» de música machacona y de un guía voceras explicando las vistas o hacer como nosotros, tomar el barco que utilizan los turcos y mezclarte con la gente del lugar.

Llegando a Eminonu

2012-09-08_16-27-31Para terminar el día, seguimos recorriendo las calles, fuimos a darnos una ducha al hotel y terminamos cenando -a modo de despedida- en el restaurante Makarna Sarayi.

Mañana es día de viaje de retorno, nos recogen a las dos de la madrugada, así que no merece la pena dormir. Este viaje ha sido sensacional y desde luego, Estambul un lugar al que volver.

Turquía día 6, Estambul

Desde la mezquita de Suleiman

Esta mañana dirigimos nuestros pasos hacia la Mezquita de Suleiman, cerca de la colina de Estambul, es la segunda más grande de la ciudad. Nos encantó, es impresionante. El día, además, acompañaba para disfrutar del patio, de los rituales de los hombres aseándose antes de entrar, y de las vistas desde el exterior.

2012-09-07_10-58-25A continuación, nos fuimos a conocer el Mercado de las Especias, también llamado Bazar Egipcio. Lo primero que hay que hacer es pararse en una de sus entradas y dejarse llenar de sensaciones olorosas y visuales. Lo paseamos, callejeamos entre los puestos, esquivando a los vendedores que intentaban acercarnos a sus artículos. Decidimos dejar la visita pausada para más tarde.

Teníamos muchas ganas de subir en barco y recorrer el Cuerno de Oro, pero estaban en obras en el puerto, así que decidimos coger el autobus y visitar Eyüp, que estaba de fiesta, con todos los niños vestidos con trajes muy recargados y brillantes. Visitamos la mezquita desde fuera, ya que la estaban preparando para el rezo.

Té en Pierre LotiDe ahí subimos caminando – también se puede subir en teleférico – a través de un enorme cementerio hasta el café de Pierre Loti (pseudónimo del escritor francés del siglo XIX Julien Viaud). Aquí, después de disfrutar de las vistas de Estambul, de ver las orillas del Cuerno de Oro, y de conseguir hueco en el mirador para hacer una foto, conseguimos una mesa ideal donde tomamos un delicioso té de manzana.

2012-09-07_12-22-53pano

2012-09-07_14-21-53-002Volvimos hacia el centro, casi era la hora de comer, y decidimos irnos a la parte asiática, a Üsküdar, en barco, que hacia ese destino sí había rutas. Conseguimos mesa en una terraza de un restaurante con vistas al Bósforo, y luego nos tomamos un té sentados en unas gradas alfombradas pegadas al mar. ¡Una maravilla!

Después de disfrutar de la tarde tranquila, seguimos encantados con el paseo en barco. Regresamos al Bazar de las Especias, cenamos cerca del Gran Bazar, y quedamos para tomar un té con María e Itxaso. Mañana más.

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Turquía, día 5, Estambul

En el día de hoy, nos dedicamos a recorrer los edificios más característicos de Estambul, la visitas obligatorias para los que pisan por primera vez esta ciudad.

Comenzamos por el Palacio Topkapi o Palacio de la Puerta de los Cañones, para el que hay que pagar una entrada de 25LT. Abarca una superficie de 600.000 metros cuadrados, siendo declarado museo por Mustafa Kemal Atatürk. Decidimos visitar primero la zona del Harem (15LT extra, que se pagan una vez dentro del palacio).

Sala de la fuente en el HaremEl Harén, o Mansión de la Felicidad, era un lugar especial donde se alojaban la madre del sultán, sus hermanas e hijas, y las cariyes o concubinas. Es impresionante ver las estancias de las concubinas y de las odaliscas, observar las cámaras donde hacían la vida, los numerosos patios y los estrechos pasillos, las fuentes y demás salas en las que recibían a los invitados. Una de ellas La sala con una fuente era el sitio preferido de las concubinas para hablar de sus secretos sin ser escuchadas, aprovechando el ruido del agua. Los eunucos se encargaban del cumplimiento de las normas, los eunucos blancos vigilaban el exterior del harem. Los eunucos negros vivían en el interior y eran los guardianes de las mujeres. Cuanta la leyenda que, para no que hubiese ningún problema, estaban completamente castrados.

Edificio en el Harem

Una de las estancias que no se pueden visitar, aunque sí ver a través de un cristal, es la cámara privada del Sultán Ahmed III, también llamada cámara de la Fruta construida en 1705, en las paredes del comedor donde cenaba el sultán, están pintadas flores y frutas con la técnica de la laca en paneles de madera. Estas pinturas en miniatura reflejan el comienzo de la influencia de occidente en el arte otomano.

Seguimos visitando el resto del Palacio Topkapi, que comenzó a construirse en 1453. Tiene 4 patios y 7 puertas, la que da acceso al palacio y más importante es la Puerta Imperial, que marcaba el acceso a la parte pública del recinto.

El primer patio, patio de los jenízaros, que era el ejército formado por jóvenes cristianos de los pueblos del imperio otomano, convertidos al islamismo, condenados al celibato y educados para uso exclusivo del sultán. Fueron los soldados que en 1453 toman Constantinopla.

Al segundo patio, se accede a través de la Puerta del Saludo construida en 1524 por Solimán el Magnífico, lugar en el que todos menos el sultán debían dejar su caballo y seguir a pie, y constituía el centro de la vida pública. Aquí era donde residía el cuerpo de guardia y los verdugos, y estaban las celdas para los detenidos. El patio o Plaza del Diván, de 132m. x 110m., está repleto de pabellones, jardines y grandes construcciones. A la derecha, las cocinas y las pastelerías, cuyo techo está formado por originales cúpulas visibles desde el Mármara. En una de las cámaras se puede ver la sala del consejo imperial.

Sala en TopkapiPasamos al tercer patio atravesando la Puerta de la Felicidad, custodiada por los eunucos blancos, de uso exclusivo del sultán y su corte. Ahora, sus salas se encuentran convertidas en pequeños museos temáticos: joyas, piezas con diamantes, esmeraldas y rubíes, ropas y tejidos del sultán y la familia real, libros, armas, retratos de los sultanes, etc. Además, se puede ver la puerta que da salida desde Harén al patio. Aquí también hay una terraza ubicada en la intersección entre la sala del tercero y cuarto patio desde donde se puede ver el Bósforo y el mar de Mármara.

Panorama desde Topkapi

Finalmente, nos dirigimos al cuarto patio también llamado el jardín de los tulipanes, formado por pabellones, jardines y una gran terraza que domina el Bósforo. El baldaquín del Sultán Ibrahim tiene un magnífico capitel de cobre dorado. Una de las salas que más nos llamó la atención fuel la de la circuncisión, construida en 1640 y dedicada a la circuncisión de los jóvenes príncipes, que solía celebrarse en verano y duraba semanas. Dentro, hay paneles de azulejos azules y blancos, influencia del lejano oriente, del año 1529. También se encuentra el Pabellón de Bagdad, construido en 1693 por orden de Murat IV para conmemorar su conquista sobre Bagdad, desde donde se disfruta de unas espléndidas vista al Cuerno de Oro junto a una fuente de estilo oriental.

Mezquita Santa SofíaDespués, dirigimos nuestros pasos hacia la Mezquita Santa Sofía, Aya Sofía, para la que hay que pagar una entrada de 25LT. Data del año 326 d. de Cristo, dedicada a la sabiduría divina. Procopio, historiador oficial de Justiniano, afirmó que la cúpula «parecía estar suspendida del cielo por una cadena de oro«. Dentro de ella hay mucha luz que entra por la multitud de vanos que hay en sus muros, divididos en dos pisos. Como es una basílica convertida en mezquita islámica, tuvieron que ocultar los mosaicos de la iglesia, algunos con escudos que poseen inscripciones islámicas, que pueden verse como enormes paneles redondos colgados del centro de la basílica. Como superstición, que cura el dolor de cabeza y cumple los deseos, puedes hacer girar tu dedo pulgar en un orificio que se encuentra en la columna que suda, y comprobar si el dedo sale mojado. Toda ella es impresionante, pero los mosaicos bizantinos que pueden observarse son auténticas obras de arte: el Cristo Pantocrátor, que está encima de la puerta principal; la Virgen y el Niño, ella sentada en un trono sin respaldo, con los pies descansando sobre un pedestal adornado con piedras preciosas, el Niño Jesús sentado en su regazo, dando su bendición y la celebración de un pergamino en su mano izquierda, en su lado izquierdo se encuentra el emperador Constantino en traje ceremonial, presentando un modelo de la ciudad a María, la inscripción a su lado dice: «Gran emperador Constantino de los Santos»; la Emperatriz Irene; Emperador Juan II Comneno; la Emperatriz Zoe a un lado de Cristo sosteniendo un pergamino, símbolo de las donaciones que hizo, al otro lado Constantino IX Monómaco ofreciendo una cartera.

Puesto de castañas en Estambul

Cansados, reponemos fuerzas en un restaurante llamado Makarna Sarayi, donde tomamos un económico menú a base de humus, falafel, kebab de pollo y té turco.

Mezquita Azul 2Continuamos la tarde visitando el Hipódromo y vemos el Obelisco de Teodosio, la Columna de la Serpiente y la Columna de Constantino. Luego, seguimos con la Mezquita Azul o Mezquita del Sultán Ahmet, entrada gratuita, construida por el arquitecto otomano Mehmet Aga, entre 1609 y 1616. Está rodeada por 6 alminares y su decoración interior está compuesta por azulejos de color azul, blanco y verde. También dentro cuelgan 6 grandes lámparas, que en la antigüedad estaban sujetas por cadenas de oro y esmeraldas. La cúpula central tiene una altura de 43m. por 23,5m. de diámetro, sujeta por cuatro pilares redondos cubiertos de mármol y a cada lado las semicúpulas. El mihrab y el minbar son de mármol blanco de la Isla de Mármara.

Mezquita Azul 1

Turquía, día 4 Capadocia – Ankara – Estambul

Hoy fue un día duro, el destino: Estambul.

Globos en Capacia

Nos levantamos a las seis de la mañana, el bus parte a las seis y media para llegar a Ankara, 299km. y cuatro horas de viaje. Una vez en Ankara visitamos el Museo de las Civilizaciones de Anatolia y comemos tranquilamente en la terraza de un restaurante, en un barrio antiguo, muy cuco. Tenemos poco tiempo, así que no podemos callejear.

De Ürgüp a Estambul

Ya en el autobús, ponemos rumbo a Estambul, otros 454km. en la chepa. A las 20.30h. llegamos a la ciudad. Lo que no sospechábamos era que desde la entrada hasta llegar al hotel, pasarían dos horas más.

Después de tantas horas sentados, y de conocer el Hotel Bulvar Palas, nos vamos a callejear un poco y a cenar en la calle Ordu. Mañana madrugaremos para conocer esta fantástica ciudad.