Vacaciones en Parí­s: dí­a 4

16/07/2010

Folies BergereAprovechamos que el hotel está muy cerca del Folies Bergere para ir a echarle un vistazo. Después nos dirigimos al metro hasta la estación Saint-Germain-des-Pres para ir en busca del mercado de Saint-Sulpice. Éste no nos convenció mucho, eran más bien unas galerí­as comerciales, con peluquerí­as, tiendas, pero nada especial.

Visitamos los Jardines de Luxemburgo y el Palais du Luxemburg, aquí­ descansamos un poco y disfrutamos de los niños con los barquitos de alquiler, después dirigimos nuestros pasos hacia el Panteón.

Luego nos dirigimos hacia el Mercado Place du Monge, muy mercadillo de barrio: fulares, fundas de cojí­n muy variadas y a muy buen precio, abalorios, pulseras, anillos, también tiene una parte destinada a comida e incluso una pequeña zona con muebles antiguos. Nos gustó mucho y compramos muchas cosas, entre ellas una máscara africana a un señor muy amable, con el que nos entendimos gracias a los enormes esfuerzos que hicimos por ambas partes: nosotros ni papa de francés, él nada de inglés y por supuesto de castellano… pero triunfó el lenguaje universal de los gestos, el lápiz y el papel.

Nos bajamos en la estación Gare de l’Est para ver su estructura desde fuera y luego fuimos hasta el Mercado de Saint-Quentin.

Torre EiffelVa apretando el hambre, así­ que tomamos el Metro Place du Monge hasta la estación Gare de l’Est para hacer transbordo hasta Cadet y disfrutar de un menú japonés, como no en el restaurante del barrio: Fuji Sushi, encantadoras las chicas que atienden y magní­fico sushi. Con la barriga llena y encantados decidimos dar un paseo y terminar algunas de las compras que nos quedan pendientes, así­ que vamos hasta el Mercado de la place de la Bourse, muy pequeñito, pero donde hay mercancí­a que «tiene un pase», aquí­ entablamos conversación con un chico que vende libros, medio castellano-inglés-francés, charlamos un rato y nos agenciamos un libro de Astérix y Obélix, versión francés, con unas ilustraciones muy chulas.

Seguimos caminando hasta la Rue du Quatre Septembre, aquí­ en una tienda de souvenirs (de las mejores con las que nos hemos topado y – por cierto – con un dependiente de lo más risueño) compramos afiches (mucha variedad donde elegir) y un termómetro con motivos tí­picos de aquí­, una chulada (lucirá en las paredes de Novellana).

Seguimos disfrutando del buen dí­a, y por casualidad nos topamos con un centro comercial enorme, exclusivo de tiendas de juguetes, el Boulevard des Capulines, las delicias de cualquier «chupetí­n», intentamos encontrar algo significativo para Pablí­n… pero Gormitis, Bakugan y Playmovil abarrotan las tiendas… nada que no podamos encontrar aquí­… así­ que nada, seguimos hacia el Boulevard des Italiens, el Passage Jouffroy y el Passage Verdeau, galerí­as chulí­simas con tiendas de muebles, libros y antigüedades.

Toca refrescarse en el Hotel Le Havane y planificar el resto del dí­a: así­ que tomamos de nuevo el Metro en Cadet hasta la estación Invalides, para visitar como no, Invalides y la Torre Eiffel. Llevamos la cena preparada para degustarla a los pies de la torre, queremos disfrutar del espectáculo de luz. Para nuestra sorpresa conocemos a Youri (una mezcla entre Bustamante con atuendo de Tom Cruise en Top Gun) que prepara el altavoz, la guitarra y demás parafernalia para dar un concierto. Se toma su tiempo, así­ que intentamos adivinar el repertorio… ¡no damos una! Youri nos sorprende para bien, además, estamos en primera lí­nea, la gente comienza a arremolinarse a su alrededor y en un momento, crea un ambiente total, tiene canciones de todos los paí­ses, así­ que cantamos y damos palmas al ritmo de «La Bamba» (¡qué tiempos cuando hice el playback en el catecismo con ocho añitos!). ¡Menudo recuerdo que nos llevamos gracias a Youri!

Otro dí­a que va tocando a su fin, tomamos el metro en la estación í‰cole Militaire hasta Cadet.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *